Gray wolves were reintroduced into Yellowstone National Park in 1995, resulting in a trophic cascade through the entire ecosystem. After the wolves were driven extinct in the region nearly 100 years ago, scientists began to fully understand their role in the food web as a keystone species.
Transcript
- [Narrator] In 1995, something really exciting happened in the nation's first national park, Yellowstone. 41 wild wolves are reintroduced here by scientists. After 100 years of being hunted, wolves could once again call this place home. The wolves thrived, but something else very surprising happened. Their return had a spectacular effect on the landscape, an effect that spread wider than anyone thought possible. So how did this all happen? In the past, wolves were seen as a risk to people and livestock, and they were exterminated from the Yellowstone area in the 1920s. The elk's main predator was gone, and their population more than doubled. Elk are both grazers and browsers, so they eat grass, shrubs, and trees. They overgraze the entire park, upsetting the natural balance of the ecosystem. Mammals like mice and rabbits could not use the plants to hide from predators, and their populations fell dramatically. Grizzly bears suffered as the elk munch away their berry supply, which they badly need to build up fat before hibernating. Pollinators like bees and hummingbirds had fewer flowers to feed on, songbirds less trees to nest in. Perhaps the elk's most devastating impact was how they affected the park's riverbanks. When the wolf was around, elk were vulnerable when they moved down towards rivers to drink. They would never spend too long by the water, where they could be ambushed. But with the apex predators gone, they gorged themselves faster than the shrubs could grow and gathered in great herds on the lush river banks. The massive elk's hooves eroded the riverbanks, so the rivers and streams clouded with soil. The fish inherited murky homes, and without trees and clean water, beavers couldn't build their dams to live in. Without the protection of the dams, fish, amphibians and otters suffered even more, and all because of the missing wolf. Now, with as many as 100 gray wolves in Yellowstone National Park, their reintroduction is having an effect that even surprised scientists. Wolves have contributed to bringing elk numbers down from 17,000 in 1995 to just 4,000 today. Since only the healthiest of elk survived, the population is much more robust. All of these elk kills mean more carcasses for scavengers like coyotes, eagles, and ravens. Grizzly bear numbers have increased, too. The grizzlies benefit from the wolves' elk kills, and less elk also means more berries, and just the elk's fear of wolves gives the riverbank trees, like aspen and willow, a chance to regenerate. They can grow to five times their original size in just six years. The songbirds are returning, too, and the bigger trees along the rivers means greater root structures, which means stronger riverbanks and less erosion. Clean water and big trees, beaver paradise. The return of the beaver dams creates new habitats for fish, amphibians, reptiles, and even otters. This shows just some of the trickle-down effects of the wolves' reintroduction, known to scientists as a trophic cascade. The trophic cascade doesn't stop there, though. The wolves are even helping us. In 2005, over 100,000 visitors went to Yellowstone National Park just to see the wolves, pumping $30 million into the local economy, money for jobs and livelihoods. Factor in that wolves contribute to the health and diversity of all Yellowstone's wildlife, and its impact is staggering. The wolf's benefits also cascade down to the 106,000 residents of Billings, Montana. Their drinking water, Yellowstone River, is now cleaner. Who would've thought that just bringing back some wolves could produce such far-reaching benefits for nature and for people? From the tips of taller trees down to its cleaner rivers, these wild wolves have rebalanced and restored our nation's very first national park.
Transcripción (Español)
- [Narrador] En 1995, ocurrió algo realmente emocionante en el primer parque nacional del país, Yellowstone. 41 lobos salvajes fueron reintroducidos aquí por científicos. Después de 100 años de ser cazados, los lobos podían volver a llamar a este lugar hogar. Los lobos prosperaron, pero ocurrió algo más muy sorprendente. Su regreso tuvo un efecto espectacular en el paisaje, un efecto que se extendió más allá de lo que cualquiera pensaría posible. Entonces, ¿cómo sucedió todo esto? En el pasado, los lobos eran vistos como un riesgo para las personas y el ganado y fueron exterminados del área de Yellowstone en la década de 1920. El principal depredador del alce se había ido y su población se duplicó con creces. Los alces son tanto pastadores como ramoneadores, por lo que comen pasto, arbustos y árboles. Sobrepastorean todo el parque, alterando el equilibrio natural del ecosistema. Mamíferos como ratones y conejos no podían usar las plantas para esconderse de los depredadores y sus poblaciones cayeron dramáticamente. Los osos grizzly sufrieron ya que los alces se comían su suministro de bayas que necesitan desesperadamente para acumular grasa antes de hibernar. Polinizadores como abejas y colibríes tenían menos flores de las que alimentarse y los pájaros cantores menos árboles en los que anidar. Quizás el impacto más devastador del alce fue cómo afectaron las orillas de los ríos del parque. Cuando el lobo estaba presente, los alces eran vulnerables cuando se movían hacia los ríos para beber. Nunca pasaban demasiado tiempo cerca del agua, donde podrían ser emboscados. Pero con los depredadores alfa desaparecidos, comían más rápido de lo que los arbustos podían crecer y se reunieron en grandes manadas en las exuberantes orillas de los ríos. Las pezuñas del enorme alce erosionaron las orillas del río, por lo que los ríos y arroyos se nublaron con tierra. Los peces heredaron hogares turbios y, sin árboles y agua limpia, los castores no podían construir sus presas para vivir. Sin la protección de las presas, los peces, anfibios y nutrias sufrieron aún más y todo por la ausencia del lobo. Ahora, con hasta 100 lobos grises en el Parque Nacional de Yellowstone, su reintroducción está teniendo un efecto que incluso sorprendió a los científicos. Los lobos han contribuido a reducir el número de alces de 17 000 en 1995 a solo 4000 hoy. Dado que solo los alces más saludables sobrevivieron, la población es mucho más robusta. Todas estas muertes de alces significan más cadáveres para carroñeros como coyotes, águilas y cuervos. El número de osos grizzly también ha aumentado. Los osos se benefician de las muertes de alces de los lobos y menos alces también significa más bayas y solo el miedo de los alces a los lobos da a los árboles de la ribera del río, como el álamo y el sauce, una oportunidad para regenerarse. Pueden crecer hasta cinco veces su tamaño original en solo seis años. Los pájaros cantores también están regresando y los árboles más grandes a lo largo de los ríos significa estructuras de raíces más grandes, lo que significa riberas más fuertes y menos erosión. Agua limpia y árboles grandes, el paraíso del castor. El regreso de las presas de los castores crea nuevos hábitats para los peces, anfibios, reptiles e incluso nutrias. Esto muestra solo algunos de los efectos secundarios de la reintroducción de los lobos, conocido por los científicos como una cascada trófica. Sin embargo, la cascada trófica no se detiene ahí. Los lobos hasta nos pueden ayudar. En 2005, más de 100 000 visitantes fueron al Parque Nacional de Yellowstone solo para ver a los lobos, inyectando $30 millones en la economía local, dinero para empleos y medios de vida. Teniendo en cuenta que los lobos contribuyen a la salud y diversidad de toda la fauna de Yellowstone, su impacto es asombroso. Los beneficios del lobo también se extienden a los 106 000 residentes de Billings, Montana. Su agua potable, el río Yellowstone, ahora está más limpia. ¿Quién hubiera pensado que solo reintroducir algunos lobos podría producir beneficios tan amplios para la naturaleza y para las personas? Desde las puntas de los árboles más altos hasta sus ríos más limpios, estos lobos salvajes han reequilibrado y restaurado nuestro primer parque nacional.